Profesionales del Conicet investigaron la calidad, la realidad ambiental y social en más de 500 ciudades y departamentos del país. En la provincia emerge el contraste entre costas y el interior.
El trabajo de los profesionales del organismo nacional Guillermo Velázquez y Juan Pablo Celemín –con la colaboración de otros investigadores del Conicet y universidades nacionales– se encaró con la elaboración de un índice que reúne problemas ambientales, y también recursos naturales y sociales construidos, clima, entre otros. Y en base a ello se elaboró un ránking de Índice de Calidad Ambiental (ICA), que fue encabezado por el Departamento de Junín (conocido por la localidad de Merlo) en San Luis, por su relieve, espejos y cursos de agua y su exclusivo microclima. La siguió Manuel Belgrano, en Jujuy; Malargüe, en Mendoza, y Bariloche, en Río Negro.
En el último puesto quedó Limay Mahuida, en el oeste pampeano, localidad que a su aridez, la agravó con las obras de captación de aguas a través de construcción del embalse El Nihuil.
Otras localidades del conurbano bonaerense –como General Las Heras, Ensenada, General Rodríguez, Marcos Paz– tuvieron también las peores calificaciones, por sus basurales a cielo abierto, la falta de espejos de agua, la alta concentración poblacional, asentamientos precarios y de diferentes actividades económicas ubicadas en escasos espacios.
Entre las más calificadas
En el caso de Entre Ríos, Federación fue el Departamento con mejor calificación en el ranking. Ocupó la posición 30ª entre las 511 zonas del país. Más atrás quedaron los departamentos Uruguay (43º), Paraná (52º), Victoria (78º), Colón (94º), Gualeguaychú (95º) y Concordia (109º).
En tanto, entre las zonas más desfavorables por su naturaleza y sin un alto desarrollo de sus recursos recreativos socialmente construidos –como patrimonio urbano, centros culturales, centros comerciales y de esparcimiento o deportivos– quedaron Feliciano (344º), San Salvador (390º) y Federal (421º).